Bancos locales de bitcoines (BLBs), cajas de ahorros para una sociedad de propietarios.

alfredo romeo
8 min readApr 26, 2021

Desde todos los puntos de vista, nos encontramos en una encrucijada en la historia reciente de la Humanidad ante la confluencia de diferentes crisis que se han superpuesto a las consecuencias que arrastrábamos aún de la del 2008.

Una crisis sanitaria que ha impuesto medidas nunca antes vividas por esta sociedad con medidas estrictas de distanciamiento social, reducción de la movilidad social así como toques de queda.

Una crisis económica como consecuencia de la destrucción de parte de la economía productiva de los países, concretamente donde el sector turístico, automoción y servicios tenían más peso.

Una crisis financiera global que ha llevado a una concentración bancaria sin precedentes y una drástica reducción del personal bancario en todo tipo de entidades.

En el caso de España ha significado la desaparición de las cajas de ahorros y montes de piedad, el sistema bancario que la sociedad española se dio en el siglo XIX y XX para mejorar financieramente a las clases trabajadoras y medias.

Así y en el caso de España, en abril de 2021, avanzamos hacia más de 250.000 empresas, 20% de las empresas del país que cerrará en los próximos meses; el 30% de la población, 6,8 millones de personas, se encuentran en paro, subempleadas o en ERTE;

En paralelo a ello, la pandemia ha acelerado un proceso de transformación digital que las sociedades venían llevando a cabo a diferente ritmo. La pandemia ha hecho que gran parte de la población compre de manera habitual de manera remota, lo que ha terminado de consolidar el hábito.

Por otra parte, una población cada vez más envejecida que es mantenida por un sistema público de pensiones insostenible en el medio plazo con las condiciones actuales, siendo además estos ingresos prácticamente los únicos que tienen. De hecho sólo tenían planes de pensiones (16,2%), acciones no cotizadas y participaciones (13,8%), acciones cotizadas (13%), fondos de inversión (9,4%) y valores de renta fija (0,3%)

Este hecho se ve corroborado por la ínfima cultura financiera que presenta la gran mayoría de la población que en torno al 50% de la población considera que tiene conocimientos financieros propios muy o bastante bajos

Encuesta de Competencias financieras (2016)

Este cóctel de situaciones lleva irremediablemente a que un porcentaje cada vez mayor de la población depende en mayor o menor medida del Estado: bien porque recibe una pensión, bien porque es asalariado del mismo, bien porque recibe una ayuda por desempleo, bien por su situación económica.

Avanzamos irremediablemente hacia una sociedad de dependientes del Estado, y eso es cuanto menos preocupante.

Y es en todo este contexto de crisis multidimensional donde Bitcoin ha terminado de consolidarse como el dinero conceptualmente más sólido.

Nacido en el año 2008 como dinero digital, Bitcoin se ha convertido en el primer activo escaso digital de la Historia, habiéndose constituido en una reserva de valor única;

Así, en menos de 12 años ha conseguido que centenares de millones de personas lo posean, dándole un uso principalmente como reserva de valor, otros muchos de carácter especulativo y en algunas áreas como transacciones internacionales como medio de intercambio.

En un hipotético proceso de bitconización de la sociedad, definido por un aumento prolongado y sostenido de la demanda de Bitcoin entre la sociedad, el precio de Bitcoin seguiría incrementándose como consecuencia del proceso de descubrimiento de cada vez más usuarios. Su techo, a pesar de los diferentes modelos expuestos, es desconocido.

Con este proceso y de manera progresiva en los próximos años, cada vez más usuarios atesorarían bitcoines como capital financiero pudiendo ser capitalizado a través de diferentes servicios financieros como préstamos, avales, colaterales, etc. como están haciendo millones de personas en toda la Tierra.

Y no se trata de que Bitcoin se convierta en un medio predominante de intercambio, posiblemente no se alcance nunca, sino de que su valor se vaya apreciando conforme más personas lo vayan adquiriendo. Simplemente por la penetración de dispositivos móviles se estima que los usuarios de Bitcoin en 5 años pueda llegar a mil millones de personas.

La escasez de Bitcoin lo ha hecho emerger como reserva de valor y por ende como colateral perfecto para todo tipo operaciones financieras. Esa característica para funcionar como reserva de valor ya otorgada por el mercado, ha sido incluso refrendada por funcionarios de uno los bancos federales estadounidenses y uno del banco central chino;

pero un sistema financiero, como cualquier otra moneda, necesita herramientas que permitan transferir el ahorro del ciudadano para inversión y consumo, para ir acumulando capital y con ello generar desarrollo económico.

Para el ahorrador que tiene bitcoines (hodlers), no se trata de invertir o prestar el 100% de los bitcoines que cada usuario pudiera tener, sino de favorecer que parte de ese capital pueda servir para generar rentabilidad sobre los mismos así como desarrollar la riqueza de un territorio. —

Así se plantea la creación de bancos locales de bitcoines (BLBs) que tuvieran como principal objetivo generar rentabilidad sobre el capital de los ahorradores de un territorio.

Estos BLBs no funcionarían como los bancos al uso de reserva fraccionaria, que mantienen depósitos de clientes que luego prestan a terceros, sino más bien como intermediarios de información, que facilitan a los ahorradores, proyectos personales o profesionales que necesitan capital. Este capital puede ser suministrado en forma de préstamo a plazos, en forma de crédito a la vista, en forma de participación en la empresa o del rendimiento específico de un bien de equipo.

La misión de estos BLBs sería promover el ahorro en bitcoines entre la población, especialmente la trabajadora, ofreciendo servicios de custodia; educar financieramente a la población e impulsar la inversión en proyectos que ayudaran a alcanzar una sociedad de propietarios.

A través de la digitalización de procesos (tokenización) y su trazabilidad gracias al uso del ecosistema Bitcoin, cada ciudadano tendría la oportunidad de invertir en bienes de equipo, proyectos y capital que le retornaran rendimientos asociados a su inversión específica. Esto permitiría minimizar la dependencia de una sociedad en terceros.

Esta sociedad de propietarios es una sociedad de ciudadanos donde cada vez más personas son dueños del capital y bienes de equipo, y con ello de los rendimientos asociados, pudiendo alcanzar la libertad financiera.

Así, los BLBs los denominamos bancos porque guardan dinero de alguno de sus clientes (custodia), aunque no operan de la forma tradicional porque son los ahorradores quienes deciden cómo prestar su capital y no los propios bancos;

Los BLBs ofrecen oportunidades de inversión y préstamos a los ahorradores utilizando para ello herramientas de análisis, ligadas al sistema bancario tradicional, así como sistemas de automatización para incrementar el ahorro; a diferencia del sistema bancario actual, es el ahorrador el responsable último de la toma de decisión y de su riesgo.

Los BLBs se plantean de carácter local, porque estarían circunscritos a un territorio que genera riqueza y que pueden generar rentabilidad de cualquier parte del mundo gracias al préstamo de un activo escaso digital como es Bitcoin.

Es local porque el futuro del desarrollo económico de muchos territorios deberán descansar mayoritariamente en el capital generado por las personas que habitan ese territorio. Por ellos sería misión de los BLBs facilitar la infraestructura para que esas relaciones de cooperación económica local se produzcan p2p acercando demanda de capital con oferta de dinero.

Además, porque permite recuperar el préstamo basado en el carácter, basado en el conocimiento específico de las personas y de su responsabilidad en asumir parte de esos préstamos. En un ámbito local, las personas se conocen y permiten reintroducir una de las características que los sistemas de credit scoring eliminaron, abriendo la puerta al préstamo con nuevos tipos de garantías como pudieran ser activos digitales, realización de hitos profesionales, incluso tiempo futuro.

Bitcoin es dinero programable por lo que permite diseñar contratos de préstamos con nuevas garantías e incluso formas de devolución del principal.

Parte de la labor que hacían las obras sociales hoy desaparecidas podrían ser retomadas por parte de los BLBs facilitando infraestructuras para financiación de proyectos vía crowdfunding e introduciendo nuevas formas de colateralizar el capital entregado por parte de los prestamistas. La misión de los BLBs es bajar de las barreras de entrada para que prestatarios locales accedan al capital local existente.

Bitcoin incentiva la responsabilidad individual al hacer que cada persona pueda gestionar su dinero con todas sus consecuencias y haciéndose corresponsable del desarrollo económico de un territorio;

Sin embargo, esto choca con un pensamiento dominante entre los ciudadanos y la gestión del dinero, la cual se encuentra irremediablemente unida a los bancos, donde un tercero es el que decide sobre tu dinero.

Por eso, los BLBs se plantean con la vocación de operar oficinas financieras físicas, con estructuras digitales y encabezadas por oficiales financieros cuyo objetivo sea volver a los servicios bancarios de antaño: ofrecer servicios de custodia, ahorro, préstamo, inversión en capital, inversión en bienes de equipo o formación entre otros.

Se trata de ofrecer todo tipo de herramientas financieras, muchas ya existentes en el mundo DEFI, al grueso de la población, especialmente trabajadores y clases medias, que requerirán complementar sus actuales sueldos con ingresos pasivos a medio y largo plazo.

Estos BLBs deberían ayudar a cambiar la cultura dominante sobre el dinero, “gestión por parte del banco”, hacia una cultura donde se interiorice que el dinero como responsabilidad individual y con ello su propia gestión, independientemente del desarrollo de un sistema de servicios financieros como los BLBs.

Los BLBs no vienen a introducir un tercero de confianza, en los casos de custodia sí, sino más bien a facilitar una serie de herramientas financieras que permitan la generación de todo tipo de relaciones económicas p2p garantizando el máximo de información para las partes envueltas.

Estos BLBs estarían basados en sistemas automatizados que bajen las barreras de entrada para que los ahorradores inviertan su dinero, haciendo del préstamo/inversión otra operación financiera común como ahora mismo es el pago de recibos por cuenta bancaria o la extracción de dinero de un cajero automático.

Los BLBs son una propuesta conceptual para avanzar hacia una sociedad de propietarios que permita generar capital y flujos de caja locales basados en bitcoin, disminuyendo la dependencia en terceros, especialmente del Estado, en una sociedad cada vez más automatizada.

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alfredo romeo

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